Con mucho menos exposición que otras desarrollistas de su tamaño, Grupo Elyon tiene en marcha hoy 7 proyectos que engloban 300 departamentos, 3 de los cuales serán entregados este mismo año. Y ya tienen otras 4 obras preparadas para salir al mercado. Una filosofía de trabajo: empezar una obra sabiendo cuándo y con qué fondos la van a terminar.

Con mucho menos exposición que otras desarrollistas de su tamaño, Grupo Elyon tiene en marcha hoy 7 proyectos que engloban 300 departamentos, 3 de los cuales serán entregados este mismo año. Y ya tienen otras 4 obras preparadas para salir al mercado. Una filosofía de trabajo: empezar una obra sabiendo cuándo y con qué fondos la van a terminar.

 

En cada obra que empezamos, primero vimos cómo la íbamos a terminar: empezamos haciendo 4 duplex y antes de largar ya contábamos con los fondos, sin necesidad de preventa. Así fuimos creciendo, muy despacito pero muy seguro. Esa filosofía no cambia, actualmente estamos haciendo 7 edificios, un poco más de 300 departamentos y en cada emprendimiento usamos la misma metodología de saber primero cómo se termina”. En esas pocas líneas de Ernesto Teicher se podría resumir el perfil de trabajo de Grupo Elyon.

Aunque han ido incorporando distintas herramientas de financiación como emisión de Obligaciones Negociables, en la base de la toma de decisiones de la familia Teicher está dar pasos seguros. Esa forma de trabajar les ha valido clientes (inversores) muy fieles en sus distintos proyectos.

Si bien el pater familias, Ernesto Teicher, tiene trayectoria anterior en el rubro, Elyon se formaliza como empresa en 2005 y desde entonces han trabajado dos líneas de desarrollo:

  • Los proyectos Faro (Plaza Rivadavia, de Nueva Córdoba, General Paz, del Tajamar, de Cofico)
  • Los proyectos Aviva (Altos de Colón, Chacabuco), en sociedad con la familia De los Ríos.

¿Qué están viendo hacia el futuro inmediato?

Creemos que si el mercado sigue caminando en la misma línea, cada jugador va a empezar a cumplir su rol: el rol de la empresa desarrollista es construir y el de los bancos financiar. Suena simple, pero es muy virtuoso: si nosotros construimos con la norma, con la moralidad, con los códigos de edificación, crece la ciudad, mejora el sector, la empresa tiene utilidad, los obreros tienen trabajo y el inquilino deja de ser inquilino para ser propietario porque entregamos viviendas.

En ese camino, para la línea Faro obtuvieron créditos hipotecarios con boleto de compraventa del Banco de Córdoba y con la línea Aviva firmaron acuerdos con Banco Nación.

Con esa mirada de “cada uno en lo suyo”, ¿venden uds. o tercerizan en las inmobiliarias, que serían los especialistas?

Buen punto. Vendemos nosotros, sí, pero también tenemos ventas con algunas inmobiliarias y tratamos de motivar muchísimo esos canales. Tener nuestra comercialización nace porque muchas veces a la inmobiliaria le cuesta vender desde el pozo, generalmente venden productos más terminados; si nosotros pudiéramos colocar nuestros departamentos a través de inmobiliarias, no desarrollaríamos una mínima parte comercial.

Aprovechando el regreso de herramientas como las Obligaciones Negociables, Elyon suscribió una emisión bajo el régimen Pyme y recibió una importante sobreoferta de fondos; un indicador claro de la confiabilidad que despierta la empresa.

De los 7 edificios que tienen en marcha, “este año tenemos planificadas 3 entregas y estamos pensando en 4 nuevos emprendimientos más: uno en Cofico, dos en Nueva Córdoba y otro en Alberdi”, explica Gabriel Teicher.

La familia

“Hay una variable que el economista no mide -explica con calma Ernesto Teicher-: un persona, cuando abre la puerta de su departamento y dice “esta es mi casa”, se para frente a su familia, frente a su trabajo y frente a su productividad de otra manera. Con otra seguridad y también con otra responsabilidad”.

Sobre esa mirada de la sociedad y ese tipo de valores están asentados los Teicher, y tanto padre como hijos usan extensivamente el “nosotros” y nunca el “yo”, muy propio en algunos empresarios. Incluso dos de los tres miembros de la familia activos en Elyon, usan sistemáticamente kipá, el típico gorro judío que indica que existe alguien por encima de los hombres.